
Aunque ya había visto el detallito que mi Niña me había regalado el pasado lunes por
mi cumpleaños, no lo había podido empezar a disfrutar hasta el día de hoy. Pero bueno, la espera
ha merecido la pena -¡Y tanto!- pues
Ella me acaba de alegrar el fin de mis días -¡O casi! jiji- regalándome... ta ta tachán...
Un sello de oro inscritas en él mismo mis dos primeras iniciales '
EB' las cuales se
mezclan entre sí -es decir, la 'B' queda como al fondo, mientras que la 'E' está delante. No sé, es muy bonito :)-
El anillo es una gozada, la verdad. La pobre ha estado ahorrando desde hace un tiempo. Lleva un par de meses sin, ni siquiera, recargar el saldo de su teléfono móvil -créanme: ¡Todo un sacrificio para mi Niña! ¿O exagero, cielo? :)-
Hace unos días me llamó para que fuéramos a la joyería donde lo cmpró para así probármelo y ver si me venía a la medida del dedo donde lo tengo ahora puesto, en el corazón. Inicialmente, el anillo me venía un tanto pequeño. Era de un diametro de '20' (intuyo que... ¿milímetros? aunque no se... debe ser una unidad de medida menor que el mm.) y, finalmente, ahora es de '24' -Jeje, es que yo tengo los dedos un tanto morcillones. Como dice mi novia:
amorfos -¿Habéis visto que simpática qué es? jajaja- La verdad que sí son algo raros... Los nudillos los tengo bastante más gordos/desarrollados con respecto a las falanges proximal y media, y bueno... eso añadido a mi problema de... ¿
malas costumbres? mis manos presentan un
raro aspecto.
... De todos modos, el sellito me queda
a las mil maravillas. Vamos, como si hubiese sido forjado expresamente para un rey.
Para mi por supuesto; Que aun no siendo rey -ni a bufón llega mi estatus social- esta bella pieza de joyería no podría quedar mejor en otras manos que no fuesen las mías.