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¡Ya estamos otra vez! ¡Maldita sea! ¡Arj! Si es que soy un completo %@#~$!» [...] -10 minutos más tarde- ... «
¡Me cago en la leche! Ya estamos otra vez con lo mismo ... @ð¡?½~½@#~!!»
Esta mañana me ha llamado
cierta persona -un conocido de hace años- para ver si puedo ir a hacerle de
soporte técnico gratuito -lo de gratuito está por ver. Que ya "
me se están hinchando los güitos"-. Al parecer estas dos últimas semanas ha tenido problemas con su modem ADSL. Se ve que llevaba usando
Microsoft Windows Millenium Edition desde hace ya un largo tiempo y estos últimos días le ha picado la mosca del XP, así que decidió actualizar su sistema a
Windows XP Home Edition y ahora éste no le ha reconocido parte del hardware -por supuesto, el dichoso modem tampoco. De ahí a que me llamara...-
Yo le he insistito -y mucho, de veras- que ese sistema operativo
en la vida lo he tratado y que de modems ADSL yo
no sé nada -todavía utilizo mi viejo y esmirriado modem de 56Kbps. ¡Y doy gracias!- Pero vamos... de nada ha servido. Estaba convencido de que debía ser yo su
pringado servicio técnico. Y no es la primera vez que le hago de servicio técnico -la primera vez es que ya no se ni cuando fue; ni me acuerdo...- Una vez quería venir a mi casa con la torre de su ordenador y en una bolsita una grabadora que se había comprado. ¿Os lo imagináis? ¡Exacto!, no quería regalarmelo no; quería que yo se lo pusiera todo en marcha.
El caso es ese, que tras unos veinte minutos de conversación -intentándome explicar lo sucedido-, he acepado en ir mañana a su casa a las diez de la mañana a ponerle todo en marcha. Pero es que tiene guasa la cosa, porque dice que hoy se va a comprar un nuevo disco duro. Es decir, que mañana me tocará, además, ponerle el nuevo HD (
Hard Disk) y perder, intuyo yo, prácticamente toda la mañana poniéndolo todo como el señorito quiere; que ya me lo estoy oliendo: -«
¡No, no! ¿Qué haces? ... Es que yo quiero que el Güindous esté instalado en el disco nuevo, y el viejo pues en segundo plano; porque así es más mejor ¿no crees?» -¡Arj!-
No tengo arreglo. :( Soy un lelo, un pringao, un primo -como queráis llamarlo- siempre termino yendo de casa en casa con diskets de rescate en los bolsillos. En la urbanización donde vivo, soy el soporte técnico -GRATUITO- de varios vecinos -y no lo soy de más vecinos aprobechados gracias a mi madre, que sabe que soy un
pringao sin personalidad y no le cuenta a todo el vecindario que soy un... ¿Gurú a domicilio? -Sí, tengo fama de 'experto-especialista adicto-compulsivo' del ordenador. Y lo odio, que queréis que os diga...- Vecinos, conocidos, amigos, ... da lo mismo, todos saben que "
no me importa"
ayudarles a resolver sus problemas informáticos -Y, sinceramente, si me
molesta que yo esté tranquilito en 'A' sitio y me llamen para que
urgentemente vaya a 'Z' lugar a dejarme los cuernos en 'M' chorrada/s.
Tampoco les he dicho que me
moleste claro está. Ojalá supiese hacer eso:
Decir que NO -tampoco quiero ser un completo antipático, pero saber decir NO es determinadas ocasiones sería genial, sin duda.- Porque maldita sea, me doy cuenta de que siempre me torean, y además como quieren. Y siempre me digo:
«Venga, ¡esta es la última ya! A la proxima le mando a hacer gárgaras. Me invento una lista de excusas si hace falta pero... ¡De esta ya no pasa!» ... y al final acabo otra vez donde ellos quieren. (Siempre pienso que si alguna vez soy yo quien está en algún aprieto, quisiera que me ayudaran. Así que por, tal motivo, no me gusta, o no se decir, que no)
Pues bien... de este modo -y con esta historia- inauguro la
sección de documentos. He decidido -aunque el documento no está escrito por mí, sino por
Santiago Romero- colgar un texto que viene al dedillo con esta historia. Un texto además que, aun no siendo
documentación técnica, me ha enseñado a reconocer de una vez por todas que, desafortunadamente, soy un
Pringado -con mayúsculas-
¡De recomendada lectura! sin duda. Cuando lo leí en su momento -y ahora mismo, que acabo de leerlo otra vez- me reí bastante y, en definitiva, me gustó mucho. Así mismo, os recomiendo que os paséis por
la página web del autor, no tiene desperdicio.
Para concluir decir una última cosa: acabo de añadir
El aprender a decir NO en mi lista de utopías.
Un saludo :/